Una Porcia muy actual que desacata las normas establecidas
Crítica de El mercader de Venecia (2008)
En este montaje se aprecian fragmentos de escenas eliminadas (como puede ser en el último acto, cuando se profundiza la relación entre Jessica y Lorenzo). Sin embargo, estas escenas no son relevantes para mostrar lo que destaca Rafter de la obra ya que pretende fijar la atención en el pacto de la carne y el conflicto amoroso de Porcia.
Cabe destacar el trabajo interpretativo de cada uno de estos personajes. Entre las interpretaciones se puede destacar la de Fernando Conde como el judío Shylock. Y el de Porcia, interpretada por Natalia Millán. Porcia muestra un carácter impropio de la época. Se trata de una mujer con las cosas claras y que no se quiere dejar ningunear por ningún hombre, algo que en la actualidad vemos como normal. Un carácter, el de Porcia, que presentándose en el juicio contra Shylock será determinante para el desenlace final.
El vestuario también es otro elemento que evoca al siglo XVI y refleja las diferentes culturas y status sociales. Son de destacar los personajes que hacen de séquito ya que están caracterizados por vestimentas oscuras y una máscara veneciana. También se puede observar como el personaje de Gobbo, el gracioso de la obra, cuenta con unos ropajes más ridículos en el que parece que le sobra tela por todos los sitios. Como contrapunto se encontrarían personajes como el príncipe de Marruecos, de Aragón, Porcia o el propio Shylock que lucen ropa propia de sus respectivas culturas pero con mayor calidad.
En cuanto a la escenografía. Se muestra realista y esteticista ya que puede recordar a la ciudad de Venecia. Es una escenografía fija pero que va rotando conforme cambian las escenas y dirige al espectador a lo que viene después, un claro ejemplo se puede ver con el Príncipe de Marruecos cuyas escenas se inician con música árabe y está localizada en el palacio de Porcia.
Como se ha mencionado, la versión de Rafter actualiza el lenguaje y utiliza frases hechas propias de la actualidad, sobre todo, en aquellos momentos en los que se intenta usar un tono más burlesco.
Los elementos mencionados hacen que se aprecie una versión interesante de analizar en la que pese a tener un elenco mayormente masculino, el personaje femenino es esencial para el desarrollo y desenlace de la obra. Se puede tratar de una pieza de actualidad ya que pese a que Porcia debería responder como una mujer sumisa propia de la época, se rebela y coge las riendas de su vida. De esta forma intenta evitar casarse con un hombre mediante la elección de los cofres. Y por otro lado, una vez está con Bassanio y este le dice que se quede en casa, ella decide poner solución al conflicto y ayudarlo a solucionar los problemas, a escondidas. Esto es lo que hace de la obra una pieza relevante que sigue pudiéndose representar en la actualidad sin quedar desfasada.
Sinopsis
Bassanio necesita ayuda para conseguir dinero y así el amor de Porcia. De esta forma acude a su amigo Antonio, un mercader que decide pedir un préstamo a Shylock, un judio que odia a los cristianos y a los mercaderes de Venecia. Este pacto compromete a devolver el dinero a Antonio en el plazo de tres meses o tendrá que pagar este préstamo con una libra de carne.
«El Mercader de Venecia es una obra complicada en la que Shakespeare nos cuenta varias historias a la vez: el enigma de los cofres en la casa de Porcia en Belmonte, las circunstancias de Launcelot el bufón, el amor entre Yesica la jovencita judía y Lorenzo, el amor entre Antonio y Bassanio y el odio profundo entre Shylock y Antonio. La obra contiene una mezcla entre tragedia y comedia. […] Como en la vida: siempre hay una lucha entre el bien y el mal, el amor y el odio, el placer y el sufrimiento.» (Programa) Extraído de: http://teatroteca.teatro.es/opac/#fichaResultados
“Sin duda una de las más famosas y mejores obras de William Shakespeare (1564-1616), El mercader de Venecia se estructura en torno a la anécdota del fracaso de un aval y la sanguinaria reclamación del usurero Shylock, y la relación amorosa entre el noble Bassanio y Porcia, rica y hermosa huérfana. Pese a estar teñida del antisemitismo propio de la época, el judío Shylock se revela como uno de los grandes tipos shakespearianos y el personaje de más fuste y vigor de la obra. Y si las tres parejas de amantes que acaban felizmente unidas en el último acto representan el lado amable del drama, para nuestros tiempos -apunta en su prólogo Vicente Molina Foix- son los personajes del arruinado y derrotado Shylock y de Antonio, el mercader de Venecia, tan desdichado al final con su ganancia como el judío con su pérdida, los auténticos protagonistas del mismo.” Extraído de: https://www.libreriasinopsis.com/libro/el-mercader-de-venecia_221992
Equipo
Autoría
William Shakespeare
Versión
Rafael Pérez Sierra
Dirección
Denis Rafter
Producción
Darek Teatro
Reparto
Juan Gea, Natalia Millán, Luis Rallo, Jorge Lucas, Camilo Rodríguez, Luz Nicolas, Dritan Biba, Carlos Moreno, Ángel García Suárez, Ruth Salas, Carlos Ibarra, David Fernández, Juan Gea, Natalia Millán, Luis Rallo, Jorge Lucas, Camilo Rodríguez, Luz Nicolas, Dritan Biba, Carlos Moreno, Ángel García Suárez, Ruth Salas, Carlos Ibarra, David Fernández
Escenografía
Pedro Moreno, Javier Rosello
Iluminación
Flavia Mayans
Vestuario
Pedro Moreno
Idioma
Castellano
Fecha del Estreno: 23/06/2020
Teatro: Teatro Infanta Isabel
Sala: -
Duración en minutos: 169
Género Comedia
En los Medios Beatriz Bergamín, “La carne tiene un precio” El Mundo. Julio Bravo, (12/06/2009) “De los canales a Barquillo”, ABC, p. 87 Ficha de Denis Rafter, “El mercader de Venecia”, Mujeres y cia, Carlos Rodríguez Braun, (2009) “Dinero y contrato en El mercader de Venecia”, Revista de Instituciones, Ideas y Mercados Nº 51, Octubre 2009, pp. 7-40. Iván Martín Cerezo, (2017) “La retórica cultural y los discursos en las obras literarias: El mercader de Venecia de William Shakespeare”, Actio Nova: Revista de Teoría de la literatura y literatura comparada, nº1. pp. 114-136. Críticas en prensa y blogs
El mercader de Venecia (2008)
«(…)Hace de la obra una pieza relevante que sigue pudiéndose representar en la actualidad sin quedar desfasada.»
Daniela Quilñonero
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