Crítica de Tiempo de silencio

María Soledad Gómez Ruiz

ITEM-UCM

La novela Tiempo de silencio es llevada por primera vez al escenario de la mano del Teatro de la Abadía, la obra puede verse en la sala Juan de la Cruz del 26 de abril al 3 de junio de 2018. La obra del escritor y psiquiatra Luis Martín-Santos (1962) nunca se había representado en teatro; sin embargo, es un texto sumamente innovador que se estrenó como largometraje gracias al conocido director Vicente Aranda (1986). El montaje completa el ciclo sobre la Memoria Histórica trazado por La Abadía con las precedentes reflexiones sobre Unamuno y Azaña. El director, Rafael Sánchez, debuta por primera vez en España gracias al Teatro de la Abadía. Se trata de una de las figuras más singulares de la escena alemana de nuestros días, descendiente de emigrantes españoles, se crio en Suiza y actualmente está vinculado al teatro municipal de Colonia (Schauspiel Köln). Sánchez trabaja habitualmente con el dramaturgo austríaco Eberhard Petschinka que ha realizado esta adaptación de Tiempo de silencio. Hace dos años, José Luis Gómez contactó con Rafael Sánchez y le propuso dirigir esta novela.

 

La obra representa uno de los hitos de la literatura española del siglo XX, el protagonista Pedro inicia un viaje en Madrid que le lleva a los infiernos urbanos aunando la línea de escritores como Joyce, Faulkner y Proust, la tradición picaresca, el lenguaje de Valle-Inclán y el imaginario de Goya. La trama se desarrolla a finales de la década de 1940; sin embargo, la soledad del protagonista en la capital sigue estando presente en nuestro modelo actual de sociedad. Destaca la magnífica adaptación y puesta en escena de Petschinka y Sánchez por la fidelidad al original y la alternancia de narración y diálogos, tan propia del teatro desde sus orígenes griegos. Todo el peso interpretativo corre a cargo de los actores, ellos dibujan mediante la narración los espacios descritos y encarnan a los personajes de la trama. El escenario se convierte en una plataforma giratoria que angustia en el clímax de la obra: desde la muerte de Florita hasta el asesinato de Dorita en la verbena. Finalmente, como en la novela Pedro decide ejercer de médico de provincias y alejarse de un Madrid que lo expulsa. El reparto es otro de los grandes aciertos de este espectáculo y está compuesto por actores habituales de la compañía Sergio Adillo, Lola Casamayor, Julio Cortázar, Roberto Mori, Lidia Otón, Fernando Soto y Carmen Valverde.

 

El estreno de esta primera versión teatral de Tiempo de silencio ha creado mucha expectación, y puedo confirmar que es un gran montaje que describe de forma despiadada la época de posguerra española y la lucha por la supervivencia de sus personajes. Lo más destacable del espectáculo es la actualidad del conflicto representado y la dramaturgia y puesta en escena de Petschinka y Sánchez.

 

 

                                                                                                          Mª Soledad Gómez Ruiz, ITEM