Crítica de Shakespiriada
“Soy una mujer… y soy eterna”. Con esta enorme y rotunda afirmación comienza a hablar Mariel Peralta en esta pieza teatral dentro del rol de narradora/presentadora que introduce a cada personaje mostrado. Con dichas palabras se resalta ya para empezar la inmortalidad que tienen los textos y las historias del dramaturgo William Shakespeare y en concreto sus personajes femeninos, en los que se centra la autora de la pieza.
Se nos presenta en escena a nueve enormes personajes de la obra del Bardo que nos hablan de sí mismas, primero desde el punto de vista del dramaturgo (citando fragmentos de textos de las propias obras a las que pertenecen o narrando las historias desde su perspectiva) y después mostrando la visión “distanciada” de esos personajes sobre los acontecimientos que les suceden en las obras (podemos decir con bastante seguridad que esta es la visión de la propia autora sobre estas mujeres). Todos ellos son personajes muy distintos tanto en edad como en carácter, y también en el rol que ejercen en sus obras, y todos ellos son muy bien resueltos por la actriz, especialmente los más maduros, como Lady Macbeth o Lady Ana (Ricardo III). Mariel Peralta muestra una estupenda habilidad para cambiar rápidamente de personaje sin contaminar unos con características de otros. De la manera en la que está estructurada la pieza, la sensación que me dió era la de estar viendo una especie de cuentacuentos shakesperiano realmente divertido, en el que una narradora presenta los distintos personajes y ellas a su vez se presentan a sí mismas. Lo único que no me encajó en esta estructura fue el final, haciendo al duende Puck, el único personaje no explícitamente femenino que muestra. Y no es que lo interpretara mal ni mucho menos, si no que no me pareció que estuviera bien puesto junto con el resto de potentes personajes femeninos, y mucho menos que él fuese el encargado de cerrar la función con el monólogo final de Sueño de una noche de verano. Creo que hubiese preferido una despedida por lo alto de la narradora/presentadora que comienza espléndidamente bien.
Un elemento fundamental en la función es la música en directo de pianista y tenor, que hicieron que lamentara mi falta de conocimientos de música clásica y barroca para identificar los fragmentos musicales muy bien interpretados. Estos fragmentos servían tanto para las transiciones entre personajes como para crear un ambiente de época, situando los personajes en un contexto, y logrando una atmósfera de gran juego muy coherente sin lugar a dudas con la visión de Shakespeare del teatro.
Abel Pérez, ITEM
Sinopsis
Nueve personajes de William Shakespeare cuentan su historia en primera persona, expresando reflexiones, pensamientos y sentimientos propios ante lo que les acontece. Son ocho mujeres y un duende.
No siempre están de acuerdo con el autor e incluso llegan a acusarle de inventarse la historia y tergiversarla. A veces expresan el deseo de que su vida hubiera sido diferente.
Ellas se salen de las paredes que construyó Shakespeare y nos hablan de manera íntima y franca, sin omisiones. Cada una a su manera, desde su óptica particular.
Una narradora sirve de hilo conductor entre una historia y otra, entre cada mujer.
Las veremos llorar, reír, amar, morir y soñar en un relato que atrapa al lector, haciéndolo partícipe de lo que les acontece a cada una de ellas.
Una mirada diferente de la obra del gran dramaturgo del siglo XVI.
Equipo
Autoría
Mariel Peralta
Dirección
Mariel Peralta
Producción
Kasquivania Teatro
Reparto
Mariel Peralta, Daniel Huerta (tenor), Víctor Huedo
Iluminación
Ana María Serpa
Movimiento
Rosa Zaragoza (Coreografía)
Fotografía
Carlos Brú Jae Tanaka (Ilustración) Alfonso Huerta (Diseño gráfico)
Compañía
Kasquivania Teatro
Vestuario
Mariel Peralta
Idioma
Castellano
Fecha del Estreno: 23/04/2017
Teatro: El umbral de la primavera
Sala: -
Duración en minutos: 80
Género Drama
En los Medios
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