Crítica de Otro gran teatro del mundo
Con Otro gran teatro del mundo, Teatro de la Comedia acercó el mágico mundo de la comedia musical al público no solo infantil, sino familiar. Y nada mejor que hacerlo en torno a una fecha tan significativa como es la Navidad, en la que las familias comparten, más que en ninguna otra fecha, tiempo e ilusiones.
El teatro ofrecido al público como un regalo, cargado de sorpresas, música, movimiento, color y literatura adaptada al universo fenomenológico de los niños solo podían derivar en una fiesta teatral de enorme fuerza visual, efectismo escénico y comunión con la infancia. Con una estética de múltiples reminiscencias tanto clásicas como futuristas –El sueño de una noche de verano, Julio Verne, nuestros clásicos castellanos…-, los versos de Calderón fueron reconvertidos para crear un espectáculo alegre y dinámico, humano y guiñolesco, en el que la bondad de los personajes adquiere una simpatía especial, y la alegoría se hace didáctica a través de unos diálogos sencillos, pero eficaces y actualizados para el joven espectador del siglo XXI.
La metateatralidad de la obra se filtra en cada detalle, no solo por la presencia del propio Calderón de la Barca o sus musas, por el recurso del teatro dentro del teatro o por el juego entre el autor y el Autor, con mayúscula, sino también por otros recursos como la prolongación del escenario, el mismo Mundo, más allá de los límites del proscenio, o la implicación del público en el espectáculo, al que se hace partícipe en varias ocasiones.
El cumpleaños del Mundo sirven de excusa para regalarle la medicina con la que combatir los males que lo aquejan. Una inquieta niña títere, que formula las grandes preguntas que el ser humano se ha hecho desde su más tierna infancia, como por qué el Mundo es injusto, obligará a los adultos a dar una incómoda pero necesaria e inevitable respuesta, en forma lírica y dramática.
A partir de aquí, en la propia naturaleza del auto sacramental se encuentra la facultad de reinterpretar la vida, dotarla de un sentido y atribuirle un contrario a los males como la injusticia. Y eso es, en definitiva, lo que Uroc Teatro y la Compañía Nacional de Teatro Clásico han sabido entender perfectamente, que el espectador del siglo XXI no es diferente al público del siglo XVII, el cual sin duda demandaba similares respuestas a las mismas preguntas. El público familiar, por supuesto.
Miguel Ángel Jiménez Aguilar, UNED
Sinopsis
Equipo
Ari Saavedra
Autoría
Pedro Calderón de la Barca (Basada en El gran teatro del mundo)
Dirección
Olga Margallo
Producción
Compañía Nacional de Teatro Clásico, Uroc Teatro
Reparto
Antonio Muñoz de Mesa, Nines Hernández, Marina Raggio, Rosa Clara García, Alex Parra, Celia Vergara, Víctor Gil, Nuria Sánchez, Iván Villanueva
Escenografía
Rafael Garrigos
Iluminación
Rafael Catalina
Movimiento
Laura Rodríguez Mágán
Música
Antonio Muñoz De Mesa, Roberto Bazán, Raúl Gama, Adrián Bartol, Carlos Gamón
Vestuario
Rafa Garrigós
Utilería
Ricardo Vergne
Idioma
Castellano
Fecha del Estreno: 16/12/2017
Teatro: Teatro de la Comedia. Compañía Nacional de Teatro Clásico
Sala: -
Duración en minutos: 60
Género Comedia
En los Medios José R. Díaz Sandy, madridteatro: «Otro gran teatro del mundo.La sana impertinencia de una niña» Horacio Otheguy Riveira, Culturamas: «Jubiloso musical para niños en “Otro gran teatro del mundo” Isidro Catela, Alfa y Omega: «Otro gran teatro del mundo: Manifiesto indignado de un mundo moribundo»
Otro gran teatro del mundo
«El Calderón místico y reglamentario de los autos sacramentales encuentra aquí unos compañeros de ruta con los que parece sentirse muy cómodo.»
Horacio Otheguy Riveira
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