Inicio 5 Obra 5 New creation
teatro

Crítica de New creation

image-1
Irene Dehesa
Máster de Teatro y Artes Escénicas UCM

Con ocasión del estreno de sus anteriores espectáculos, la crítica ya destacaba el marcado poso político presente en las obras de Bruno Beltrão. Sin embargo, siendo esta servidora espectadora novel de la compañía, poca razón podía darle a estas impresiones. Lo que sí es cierto es que subir una compañía de danza urbana al escenario de una institución cultural es un hecho político; la calle entrando a la Academia.

Llevando la austeridad por bandera, New Creation se enmarca en una caja negra desprovista de escenografía. Los dos únicos elementos escenográficos son un par de pantallas pendiendo del techo. Alternativamente y en momentos cruciales de la pieza se iluminan de rojo o de azul. Una de estas pantallas emite también parpadeos al estilo “error de señal”. El espacio escénico se va construyendo y modificando mediante juegos lumínicos que van mutando en intensidad: desde iluminar el escenario con luz general como si fuera iluminación de ensayos hasta el más débil haz de luz.

La obra inicia in media res. Se enciende la luz y parte del elenco de bailarines está ya en escena, poseídos por calidades de movimiento espasmódicas y repetitivas. Esta primera parte se caracteriza por la gestualidad, destacando el juego del tren superior y, en concreto, las manos. Se suceden esquemas de desplazamiento grupales e individuales. El espacio sonoro es una amalgama confusa y arrítmica de sonidos ambientales que recuerdan al ajetreo metropolitano –pájaros, motores, lo que parece una maquinilla de afeitar, aspersores–. Este inicio de espectáculo es lo más experimental de la obra y puede que suponga un choque para los espectadores menos habituados a este tipo de puesta en escena, pero, tras pasar el punto de inflexión, encontrarán un cambio de dinámica.

Coincidiendo con una de las pantallas iluminándose de rojo, el ecuador de la pieza es de una intensidad y energía inagotables. En este sentido, la psicología del color es del todo coherente. Giros, spins, flexiones, invertidos con cabeza abajo, movimiento fraccionado y articulado, todo ello es lo que prima. No esperen encontrarse un clásico hip-hop o breakdance. Bruno Beltrão ha encontrado la manera de depurar la danza urbana y de sintetizar lo que la caracteriza para crear un lenguaje propio. Consigue, además, hacer una mixtura orgánica de instantes frenéticos y momentos de pausa. El final de la pieza es ejemplo de ello.

La última parte inicia con una luz azul. De nuevo, la psicología del color concuerda con lo que se nos muestra. Aquí Beltrão baja la intensidad y nos ofrece una última escena que se antoja de una tranquilidad inestable. En la recta final es donde se suceden las imágenes más poéticas de la pieza, con unos efectos lumínicos intimistas.

Habiéndome referido a la psicología del color, he de hacer mención al vestuario. Compuesto por prendas atemporales y amplias, la elección de los tonos ha sido, en mi opinión, desacertada. El atuendo de los bailarines fluctúa entre gamas neutras de blanco, gris, negro y tonos pardos, pero no es ese el caso de una de las mujeres, la única que viste de rojo. Esta decisión artística no pasa desapercibida y causa frustración en el espectador –al menos en esta espectadora– al tratar de discernir el significado oculto y no encontrarlo. Quizá se podría aventurar una interpretación encaminada a la individualidad dentro del colectivo, aunque esta lectura ya está presente en los desplazamientos por el espacio y en la propia interacción del elenco. Sería un tema redundante que no llega a quedar del todo conceptualizado en el vestuario, ya que durante la pieza no hay argumentos sustanciales que justifiquen esta peculiaridad en la bailarina.

En definitiva, New creation es una pieza que nos apela directamente como seres gregarios, como animales y animales inteligentes. Los movimientos violentos, frenéticos, agresivos y articulados como autómatas; las dinámicas de grupo y el individuo solitario; las luces rojas y azules. Todo se articula de un modo extrañamente elegante y sutil para poner un espejo delante del espectador y darle un bofetón. Obligándole a mirar en el pozo del individualismo y de lo colectivo, de la opresión y la paz tensa, de la conformidad y la resignación, realiza un retrato bastante fiel de la deriva socio-política de nuestro tiempo. [9]


Sinopsis

En 2005, la escena europea cayó fascinada por H2, una coreografía blanca y minimalista venida de Brasil que, desde una elegancia superlativa, ofrecía otra mirada y otras posibilidades expresivas al hip hop, más allá de batallas, proezas, virtuosismo y estridencias. El nombre de Bruno Beltrão, su autor, comenzó entonces a escalar rápidamente hacia la consolidación y el reconocimiento. No ha sido muy prolífico, apenas nueve obras desde 1996 cuando, a los 16 años, fundó su agrupación Grupo De Rúa, que fue avanzando hacia un estilo personal, en el que el break dance era una herramienta más que un fin en sí mismo.

Nueva creación, su trabajo reciente, nos lo devuelve en la madurez. Permanecen algunas constantes de su obra. Sigue trabajando en un espacio diáfano y limpio, vuelve a huir del exotismo y los clichés típicamente brasileños for export, renuncia a la música hip hop intercambiándola por sugerentes sonoridades electrónicas y la apuesta sigue siendo por la elegancia dentro de una calculada austeridad. La iluminación, ésta vez diseñada por Renato Machado, permanece como un elemento expresivo clave en la propuesta.

No obstante, destacan novedades. Una de ellas, la presencia de la mujer por vez primera. Aunque en minoría —dos bailarinas frente a ocho breakers—, el gesto parece el síntoma de una toma de conciencia sobre el inexplicablemente masculino ámbito del hip hop escénico. También, discretamente, aparece el apoyo en vídeos y ahora desestima los trajes neutros a cambio de un llamativo, colorido, contrastado y tremendamente sugerente vestuario.

Su pieza anterior, Inoha (2017), fue vista como premonitoria de la llegada al poder en Brasil de Jair Bolsonaro y sus políticas de derecha radical. El concepto habitual de batalla de hip hop era reconvertido aquí en tensión, dominación y juego de poder. Ahora, en Nueva creación, parece volver, siempre de forma sugerida y nada explícita, al desencanto y la desunión, la parálisis y la ausencia de libertades que se combaten, a su modo de ver, con solidaridad.


Equipo



Autoría
Bruno Beltrão


Dirección
Bruno Beltrão
Ayudante de Dirección
Gilson Cruz


Producción
Grupo de Rua




Reparto
Wallyson Amorim, Camila Dias, Renann Fontoura, Eduardo Hermanson, Alci Junior, Silvia Kamyla, Samuel Dcristo, Leonardo Laureano, Antonio Carlos Silva, Leandro Rodrigues
Escenografía
Anderson Dias




Iluminación
Renato Machado, Sineir


Música
Lucas Marcier/ARPX, Jonathan Uliel Saldanha








Compañía
Bruno Beltrão, Grupo de Rua
Vestuario
Marcelo Sommer


































Fecha del Estreno: 12/11/2022

Teatro: Centro de Cultura Contemporánea Conde Duque

Sala:  -

Duración en minutos: 55

Género  Danza, danza contemporánea, danza urbana



New creation

«Bruno Beltrão ha encontrado la manera de depurar la danza urbana y de sintetizar lo que la caracteriza para crear un lenguaje propio»

Irene Dehesa

0 comentarios

Compartir