Crítica de Medeas. On getting across
Jerzey Grotowski desarrolló gran parte de su trabajo en Wroclaw, excepto los últimos años que trasladó su Laboratorio a la ciudad italiana de Pontedera. Como en toda labor de creación artística, y más si se relaciona con artes vivas, no resulta fácil designar al heredero, si es preciso hacerlo. Esta situación se da en el caso de Grotowski, muerto en 1999, del que reclaman su testamento Eugenio Barba, Roberto Bacci, Jaroslaw Fret, Thomas Richards y Anatoli Vassiliev, este último en algunas cuestiones relacionadas con la voz. Los cuatro primeros se disputan la continuidad del método: entre ellos, Barba se encuentra más próximo al Grotowski polaco, Bacci al de Pontedera y Fret, residente en Wroclaw y director del Instituto Grotowski, se erige en continuador del maestro en su totalidad; de la disputa sale Richards, acaso porque su investigación posterior caminó por otros derroteros, quizá apócrifos. Esta cuestión ofrece un vasto campo para la investigación y excede los términos de esta reseña, relacionada con la propuesta Medeas. On getting across, presentada en Madrid.
El tema, sin apenas desarrollo, versa sobre las vicisitudes de los refugiados árabes que intentan o cruzan el Mediterráneo en busca de una nueva tierra de promisión: unos se quedan en el mar; otros consiguen llegar para ser internados en campos de refugiados. El sueño se quiebra; la angustia les oprime y consume sus vidas. Este sentimiento de impotencia se trata de transmitir en Medeas… con una actriz sobre una tosca y significante escena, con espectadores situados a ambos lados, tres cantantes que interpretan canciones árabes, persas y kurdas, y un coro de hombres que percuten rítmicamente y de manera espaciada, planchas metálicas situadas en extremos opuestos de la zona de representación.
La música cantada a capella por una u otra intérprete, se escucha a modo de partitura sobre la que la actriz realiza una serie de movimientos corporales que inciden en esa idea de desesperación, o mientras juega con una serie de objetos que caen del peine o los recoge de cajas situadas en los bordes del escenario. Los objetos se relacionan con recuerdos del pasado o son elementos de la embarcación del viaje peripatético, y funcionan a modo de símbolos, como las llaves que se le caen (la entrada en el mundo occidental no es posible). El espacio de representación, un rectángulo con suelo de madera tosca tiene en los lados trozos de ventanas, puertas, elementos de una embarcación, que se accionan mediante unas poleas que manejan los hombres del coro, agua y un combustible en bidones que se huele, contribuyendo a crear ese ambiente de opresión de los emigrantes. Luz lateral y cruzada que deja muchas zonas de penumbra o sombras, acentúa la tragedia. Un breve texto de Dimitriadis termina el espectáculo. Emotivo trabajo, con combinación de lenguajes y signos todos señalando idéntica dirección, con una expresiva interpretación, a la quizá le falte algo de la fuerza y detalle en el dibujo corporal, si se compara con algunos fragmentos filmados que se conservan de los trabajos de Grotowski.
José Gabriel López Antuñano
ARES – UNIR
Sinopsis
La tragedia de los árabes que intentan conquistar las costas europeas y mueren en el Mediterráneo.
Equipo
Autoría
Dimitris Dimitriadis
Dirección
Jaroslaw Fret
Reparto
Simona Sala, Fatma Emara, MArjan Vahdat, Selda Özturk; Aleksandra Kotecka, Tomasz Wierzbowski, Orest Sharak, Davit Baroyan, Jaroslaw Fret
Música
Jaroslaw Fret
Compañía
Instituto Laboratorio Grotowski. Teatr Zar
Web
Naves del Matadero
Idioma
Polaco
Fecha del Estreno: 20/10/2016
Teatro: Naves Español en Matadero
Sala: 11
Duración en minutos: 50
Género Tragedia
En los Medios Andrés Seoane, El Cultural: «Teatr Zar, voces de un pasado remoto». Raquel Vidales, El País: «El teatro que transforma al espectador».
Medeas. On getting across
Teatr Zar, voces de un pasado remoto.
Andrés Seoane
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