Crítica de Ira
Escribió Séneca en todo un libro dedicado a la ira que las personas no debemos tomar nuestras decisiones cuando primen las sentimientos -y, menos aún, si éstos son negativos-, animándonos a alcanzar el equilibrio entre razón y emoción. Bendita ataraxia, tan útil como difícil de lograr. Lecciones las del filósofo para aplicar cuando nos embarga la ira o cuando tengamos que relacionarnos con alguien airado. En esta comedia «negra», que transita entre la vida y la muerte, entre lo humano y lo divino, entre iras acumuladas del pasado y del presente, participamos de sus consecuencias y de cómo se pueden resolver sus estragos.
Dice el autor que Ira trata sobre la ambición y la desesperación. Lo segundo queda claro para el espectador; lo primero es más un objetivo ambicioso que una trama resuelta en la obra, pues el autor no sólo acude al «mito» para encarrilar el desarrollo dramático, sino que usa (y abusa) del deus ex machina para resolver los intrincados temas que acumula en la obra, muchos de ellos tópicos comunes con los que se pretende sustanciar la caracterización de cada personaje: una madre, viuda; y su hijo, de visita obligada a petición de ella. Malquerencia que, finalmente, responde a ese amor umbilical que une a ambos personajes de barrio.
Es Ira una de esas ocasiones para ir a disfrutar de un espectáculo en el que la dirección saca el mejor oficio de dos intérpretes con los que el público se divierte desde principio a fin, pues hay ritmo, frescura, divertimento y ambos actores consiguen atraer la atención sobre ellos y sobre lo que ocurre en el escenario. Una escenografía metafórica y minimalista, de gran eficacia para ambientar los espacios de interior y exterior, se combina con un espacio sonoro bien pensado para cada momento dramático. Los niveles de lenguaje por los que se pasea Gloria Muñoz son deliciosos, y también vivimos con ella sus cambios de sensaciones, sus vaivenes en las necesidades afectivas y también sociales, que encuentran su complemento en su hijo -también en la vida real- que no sabemos si será su Salvador o su redentor en el sacrificio, porque parece que la situación extrema a la que la madre conduce a su institucionalizado hijo termina por arrastrar a una relación materno-filial querida para ella, aborrecida para él.
Carmen González Vázquez
Sinopsis
En plena noche, Dolores hace una llamada a su hijo Salvador para que vaya a hacerle una visita a casa; tiene algo urgente que contarle. Salvador, que va a ser ascendido al día siguiente, no está para grandes distracciones. Sin embargo, lo que su madre pasa a relatarle va a dar un brusco giro a sus vidas; no podrán escapar de su trágico pero grotesco destino. ¿Era su padre su verdadero padre? Pero lo que más atormenta a Salvador es: ¿terminará su madre encerrada en un psiquiátrico o directamente en una cárcel? Con un suspense salpicado de cierto humor negro, IRA trata de la desesperación y la ambición. Es una huida hacia delante; una casa ya perdida en la que sus protagonistas luchan para no perderse más.
Equipo
Autoría
Julián Ortega
Dirección
Dam Jemmett
Ayudante de dirección
Christopher Knighton
Producción
Lazona, Miguel Cuerdo
Producción Ejecutiva
Jair Souza – Ferreira
Ayudante de producción
Sara Brogueras
Reparto
Gloria Muñoz, Julián Ortega
Escenografía
Vanessa Actif
Iluminación
Felipe Ramos
Espacio Sonoro
Diego Perezagua
Fotografía
Javier Naval
Vestuario
Vanessa Actif
Idioma
Castellano
Fecha del Estreno: 31/03/2021
Teatro: Teatro Español
Sala: Sala principal
Duración en minutos: 90
Género Comedia
Ira
» Es Ira una de esas ocasiones para ir a disfrutar de un espectáculo en el que la dirección saca el mejor oficio de dos intérpretes con los que el público se divierte desde principio a fin, pues hay ritmo, frescura, divertimento y ambos actores consiguen atraer la atención sobre ellos y sobre lo que ocurre en el escenario.»
Carmen González
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