Crítica de Iglú

Olivia Nieto Yusta

SELITEN@T-UNED

La Compañía Escena Miriñaque comenzó a gestarse en el año 2000. Sus componentes se han formado, durante varios años, en distintas técnicas y disciplinas artísticas como la interpretación, la dirección escénica, la dramaturgia, el teatro gestual, el doblaje, la danza y la pedagogía teatral. En 2004 dieron el paso y estrenaron su primera obra, Kraft, ni contigo ni sin ti. Dos años después la compañía se asentó en un espacio propio y pudo así consolidar su estilo artístico. En la actualidad suma más de una quincena de espectáculos para público adulto y familiar y acumula varios galardones, entre ellos dos premios Max de Teatro (Antígona tiene un plan, Max 2007; y Cartas de las Golondrinas, Max Revelación 2013). Iglú se estrenó en 2015. Su calidad artística y su compromiso con el medio ambiente empujó a la Cuarta Pared a incluirla dentro de su programación infantil de 2016. Se trata de una obra de gran riqueza visual que se presenta como un alegato a favor de la naturaleza y la preservación del medio ambiente. Con ella se pretende concienciar a los más pequeños del fenómeno del calentamiento global y de lo importante que es preservar los recursos naturales. A través de dos personajes, Nuka y Malik, el público infantil va conociendo los daños causados por los humanos (el deshielo, el aumento del nivel del mar, la presencia de residuos en la naturaleza…). Cuando parece que todo está perdido aparece Akkú, una marioneta hecha con material reciclado, que nos devuelve la esperanza y nos conciencia de lo importante que es cuidar la Tierra. La puesta en escena está muy cuidada y plásticamente es muy bella. A lo largo del espectáculo aparecen sombras chinescas, proyecciones, estructuras construidas con “cubos de hielo” y formas esféricas que simulan ser la luna y la Tierra; todo ello (incluido el vestuario y la iluminación) reducido, básicamente, a dos colores, el azul y el blanco, que consiguen dotar al escenario de un efecto onírico. La delicadeza y el acierto con que Escena Miriñaque maneja todos estos recursos hacen de Iglú un espectáculo bello, sensible y comprometido. No se puede pedir más.

Olivia Nieto Yusta

SELITEN@T