Crítica de Elena Fortún
Los libros de Elena Fortún han constituido un pilar en la educación sentimental de varias generaciones de niños -sobre todo niñas- españoles. Celia, Cuchifritín, Matonkikí han sido los personajes infantiles favoritos de las niñas desde que su autora comenzara a escribir sobre ellos en los años 20 del siglo pasado. Muy pocos, sin embargo, conocían a la autora que se escondía detrás del seudónimo y casi nadie sabía de sus angustias, de sus dificultades para escribir y para publicar, de la difícil relación con su marido, de su homosexualidad constantemente reprimida, de su relación epistolar con Carmen Laforet… De hecho, hasta mucho tiempo después de su muerte no apareció un libro clave del ciclo de Celia, ya no infantil, Celia en la revolución, que contaba el horror de la Guerra Civil. Y aún habría de pasar más tiempo para que se publicara Oculto sendero, donde, a través de una ficción novelesca, se mostraba aquello que la autora siempre se había negado a sí misma.
María Folguera ha tomado todo este material para crear una obra fascinante, una biografía que es a la vez una indagación sobre el mundo de las escritoras en el primer tercio del siglo XX: María de la O Lejárraga, Matilde Ras, Victorina Durán, el Lyceum Club…, todos los horizontes que se abrieron para las mujeres en los años de la Reública. Y está también el horror de la guerra, el mundo del exilio, el desengaño del regreso, la relación con la nueva generación representada por Carmen Laforet. La obra de María Folguera, dentro de los estrechos límites de una vida como la de Encarnación Aragoneses, ofrece infinidad de perspectivas que están pidiendo a gritos un desarrollo independiente.
La puesta en escena, también responsabilidad de María Folguera, es de una absoluta elegancia. La delicadeza con que se tratan todos los temas, incluyendo el lesbianismo de la autora, es ejemplar. La acción se desarrolla ante el espectador saltando tiempos y espacios sin que se pierda en ningún momento el ritmo: pero nadie corre. La utilización de cintas y telas (el mundo de la costura, siempre adjudicado a la mujer) como signo de los libros que van saliendo de las manos de Elena Fortún es todo un acierto. La escenografía de Mónica Teijeiro, tan sencilla como eficaz, permite el juego de dentro / fuera sin estridencias. La interpretación de Montse Díez, en el papel de Elena Fortún, es brillante, llena de matices. Eficacísimos en sus distintos papeles Julia de Castro, Luis Moreno y Javier Pérez.
La obra se presentó en la sala más pequeña del teatro Valle-Inclán. Sería deseable que tuviera un recorrido mucho mayor, dentro o fuera del Centro Dramático Nacional. Hay un público, en toda España, que desearía ver esta obra.
Sinopsis
Desde el exilio, Encarnación Aragoneses, que, con el seudónimo de Elena Fortún, ha publicado varios libros protagonizados por la niña Celia, va recordando su vida, sus comienzos como escritora, la difícil relación con su marido, el descubrimiento de su negada homosexualidad… La vuelta a España trae nuevos desengaños, pero le ofrece una nueva relación con una joven novelista.
Equipo
Autoría
María Folguera
Dirección
María Folguera
Ayudante de dirección
Eva Luna García-Mauriño
Producción
Centro Dramático Nacional
Reparto
Julia de Castro, Montse Díez, Irene Martín Guillén, Ana Mayo, Luis Moreno, Javier Pérez Acebrón
Escenografía
Mónica Teijeiro
Construcción de escenografía
Readest Montajes
Iluminación
Rubén Martín Vayá
Música
Guillermo Domercq
Fotografía
MarcosGPunto
Vestuario
Sofía Nieto (Carmen 17), María Calderón (Ambientación)
Diseño del cartel
Javier Juan
Web
https://cdn.mcu.es/espectaculo/elena-fortun-sendero-fortun/
Idioma
Castellano
Fecha del Estreno: 18/02/2020
Teatro: Teatro Valle Inclán. Centro Dramático Nacional
Sala: Sala El Mirlo Blanco
Duración en minutos: 105
Género Drama, Drama biográfico reivindicativo de la memoria de las mujeres
Elena Fortún
«La puesta en escena, también responsabilidad de María Folguera, es de una absoluta elegancia. La delicadeza con que se tratan todos los temas, incluyendo el lesbianismo de la autora, es ejemplar. La acción se desarrolla ante el espectador saltando tiempos y espacios sin que se pierda en ningún momento el ritmo: pero nadie corre.»
Fernando Doménech Rico
El ritmo narrativo muy acertado. Los temas, tratados con tiento y respeto.
Un toque tierno, las canciones.
El vestuario muy acertado. Me encantaron los degradados