Inicio 5 Obra 5 ¡Ay, Carmela!
teatro

Crítica de ¡Ay, Carmela!

image-1
Elena Moncayola Santos
ITEM-UCM

“Prometemos resistir, ¡ay, Carmela!” Referente de nuestra memoria histórica.

Elena Moncayola

Cada domingo de mayo se puede ir a ver Ay, Carmela en el teatro del Barrio, obra maestra de José Sanchís Sinesterra. Este texto, a pesar de su “juventud”, es ya todo un clásico de nuestra literatura y cultura. La obra cuenta la historia de una pareja de actores republicanos, Paulino y Carmela, que, atrapados en zona franquista, se ven obligados a realizar su espectáculo ante las tropas nacionales y milicianos italianos y alemanes para “celebrar” la derrota del “enemigo” en Belchite, Zaragoza.

Sanchís Sinisterra es un verdadero referente para lo que ahora denominamos “Memoria Histórica”. Gracias a los continuos saltos temporales de la obra, el público se emocionará con los continuos recuerdos, discusiones y vivencias de los protagonistas, quienes representan a la gran mayoría de españoles de los años de la Guerra Civil que solo buscaban sobrevivir ante la incesante barbarie. La dirección, a cargo de Yolanda Porras, ha liderado esa mezcla entre ternura y frustración, entre la risa y la desesperación, en fin, la tragicomedia. Los intérpretes se apoyan en un mínimo, pero suficiente atrezzo: una gramola, un botijo, una desgastada bandera republicana y las tres banderas del bando fascista (España, Alemania e Italia). Para facilitar los cambios temporales se utilizan el cambio de vestuario y de luces, ¿hacen falta más elementos para representar una buena obra de teatro? No.

Por un lado, Paulino, encarnado por Guillermo Serrano, es un personaje prudente, temeroso, nervioso… Su único objetivo es adaptarse al medio hasta que pase la guerra; ella, Carmela, encarnada por la fantástica Paula Iwasaki, es mucho más rebelde, inconformista, descarada y con gran carácter. Ambos actores realizan un papel magnífico: comedido y exagerado en su justa medida. Derrochan la energía necesaria y llevan al espectador de la mano hacia los sentimientos ya presentes en el texto. Vaya, trasladan de manera perfecta aquellos personajes entrañables que Sanchís Sinisterra dibuja en su obra.

Sin duda, un texto vigente, una puesta en escena eficaz, una dirección acertadísima y una interpretación sublime. “Donde sobra corazón ¡ay, Carmela! ¡Ay, Carmela! Prometemos resistir ¡ay, Carmela! ¡Ay, Carmela!”

9/10


Sinopsis

Carmela y Paulino son una pareja de actores que cruza por error la línea que separa los dos bandos contrincantes de la Guerra civil española. Ambos artistas se verán forzados a improvisar una velada teatral para celebrar la derrota del “enemigo” en la villa de Belchite, un pueblo de Zaragoza que el Ejército Nacional acaba de “liberar». Sin embargo, lo que comienza como un divertido homenaje a los vencedores, termina como una trágica comedia.
¡Ay, Carmela! es una obra donde muerte y vida se confunden gracias a oportunas rupturas temporales que nos trasladan del pasado al presente y viceversa. El unánime vacío en el que transcurre la trama, es al mismo tiempo un espacio universal en el que la soledad, la rabia, el miedo y la injusticia van de la mano de la añoranza, la complicidad, el amor y la memoria.


Equipo



Autoría
José Sanchís Sinisterra


Dirección
Yolanda Porras




Producción
Caramba Teatro




Reparto
Guillermo Serrano, Paula Iwasaki












Espacio Sonoro
Pablo de la Huerga








Vestuario
Caramba Teatro




















Web
https://teatrodelbarrio.com/ay-carmela/


Idioma
Castellano








Fecha del Estreno: 01/05/2022

Teatro: Teatro del Barrio

Sala:  -

Duración en minutos: 105

Género  Tragicomedia

En los Medios

Da Costa, Diego, “Teatro del Barrio estrena «Canción» y «¡Ay, Carmela!» el 30 de abril y el 1 de mayo, reflexionando a través del teatro”, Cinema Gavia


¡Ay, Carmela!

Gracias a los continuos saltos temporales de la obra, el público se emocionará con los continuos recuerdos, discusiones y vivencias de los protagonistas, quienes representan a la gran mayoría de españoles de los años de la Guerra Civil que solo buscaban sobrevivir ante la incesante barbarie.

Elena Moncayola

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Compartir