La noche de la ilusión

Crítica de Nada es imposible

María García Mayo

Prácticas, Máster de Teatro y Artes Escénicas UCM

Todos alguna vez hemos soñado con ser grandes magos, ilusionistas capaces de asombrar a cualquiera que se nos ponga por delante. Antonio Díaz, bautizado como el mejor ilusionista de Europa, aterrizó en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid justamente para demostrar que los límites son algo mental.

La magia se encuentra actualmente en auge en el mundo. Tanto por la presencia de reality shows que dan cabida a este arte como por la demanda en aumento del ilusionismo en vídeos de redes sociales, hoy se puede hablar de un «arte recuperado» que por un momento pareció desfasado. Con las nuevas tecnologías y nuevas técnicas se puede hablar de una renovación de la magia que ha desembocado en su renacer. Sin embargo, la presencia en redes sociales tiene un doble filo teniendo en cuenta que ya no hace falta ser un profesional del ilusionismo para crear y difundir contenido de magia, devaluando así por parte de algún sector del público la dificultad en la técnica de este arte. Este exceso de presencia en medios también es un problema para los magos y sus espectáculos como vimos aquella noche en el Nuevo Apolo, cuando parte del público se sintió decepcionada por ver repetidos algunos números que habían disfrutado previamente en la televisión.

El Mago Pop actualmente es considerado por los medios de comunicación como uno de los mejores magos del mundo, siendo este 2022 su quinto año consecutivo provocando constantes sold out en los teatros que pisa y abriendo la boca del público allá donde va. A su corta edad ya ha conseguido impresionar a genios como Stephen Hawking o a famosos de la talla de Victoria Beckham, Arnold Schwarzenegger, Shakira o Leo Messi.

En 2021 se convirtió en “Estrella de la Magia” de NETFLIX gracias a su programa Magics for Humans by el Mago Pop, emitiéndose en 192 países y asumiendo así una internacionalización mayor y ascendente.

La puesta en escena fue espectacular a nivel visual. Luces de colores en movimiento, efectos visuales en pantalla o excéntricos fuegos artificiales fueron parte de la escenografía que conformaba el espectáculo, lo que logró que el público mostrara un constante interés y atención por lo que veía sin dejar paso al aburrimiento o la monotonía.

Cada truco realizado, aparentemente más complicado e insólito que el anterior, se acompañaba por una banda sonora escogida por el propio Antonio Díaz, de las que se reconocieron canciones como Vesoul de Jackes Brell, creando así un ambiente más emotivo y potente para lograr el impacto en el público.

Juegos con la hora, aparentes viajes en el tiempo, desapariciones o modificaciones del espacio fueron algunas de las travesuras que el Mago Pop demostró a un Teatro Nuevo Apolo abarrotado de espectadores. Todos ellos olvidaron su edad para mimetizarse con los niños que ocupaban sus butacas. Revivieron de esta forma al niño interior que decide dejarse engatusar por la picardía de unos trucos de magia sorprendentes con la ayuda de varios voluntarios del público y un par de ayudantes suyos.

Su fusión de magia y teatro hace de la experiencia “Nada es imposible” una experiencia inolvidable y que merece completamente la pena para todos los bolsillos y a todos los públicos. Todos sus años y sus tablas de trayectoria hacen justicia de la propia definición propia con la que se presenta: “El mejor ilusionista del mundo”.