Crítica de Soldadesca

Miguel Ángel Jiménez Aguilar

SELITEN@T-UNED

La Compañía Nacional de Teatro Clásico encargó a la compañía Teatro Guirigái la dramatización de esta comedia para el Teatro de la Comedia, con objeto de que fuese básicamente de factoría extremeña, dado que el propio autor, Bartolomé Torres Naharro, era de Torre de Miguel Sesmero, provincia de Badajoz, de tal modo que nueve de los diez intérpretes que conformaron el reparto procedían de Extremadura, salvo un actor de origen italiano.

Con esta dramatización, la Compañía Nacional de Teatro Clásico volvió a cumplir con su deseo de recuperar otro de nuestros autores injustamente menos representados y más olvidados, que merecen toda nuestra atención y su recuperación en los escenarios nacionales; en este caso, además, una de las más insignes figuras de nuestra dramaturgia, a quien por cierto se le atribuye el honor de ser el creador de las nuevas formas teatrales en España, por lo que su valor en la historia del teatro nacional es incalculable. Soldadesca es, asimismo, uno de los títulos fundamentales de su producción e incluso del teatro renacentista europeo.

El carácter documental de la obra, que toma sus modelos de la realidad, antes que de la imaginación, de ahí su calificativo de comedia “a noticia”, la convierten en antecedente lejano, no por ello necesariamente directo, de diversos autores y corrientes del siglo XX, como Büchner o Brecht.

En cuanto al texto, que muestra de forma grotesca y tragicómica la cruda realidad de las tropas de mercenarios, con su corrupción e instintos más bajos, maneja un lenguaje de gran viveza, para el que Torres Naharro recurrió tanto al castellano como a varios dialectos italianos, hablas de germanía y jergas de la época, gracias a lo que logra no solo aproximarse con cierta fidelidad a la retórica militar, sino también mostrar los abusos de poder y las mentiras sobre las que se erigía el poder pontificio del momento histórico de la obra.

Con respecto a la compañía Teatro Guirigái, fundada en 1979 en Madrid, se estableció en Los Santos de Maimona en 2005, en un espacio denominado precisamente Sala Guirigái, que forma parte de la Red Nacional de Teatros Alternativos, el Circuito Ibérico y el Laboratorio Social de Innovación Mainova. Con más de sesenta producciones de textos clásicos, la compañía ha recorrido gran parte de la geografía española y una veintena de países europeos y americanos. En el caso de Soldadesca, incorporó en el reparto, además, algunos artistas no habituales, dadas las necesidades de la obra.

En definitiva, un éxito más de la Compañía Nacional de Teatro Clásico en su intento de rescatar nuestros clásicos fundamentales.

Miguel Ángel Jiménez Aguilar

SELITEN@T