Crítica de Emilia

David Hernández Vargas

Prácticas, Máster de Teatro y Artes Escénicas UCM

No más candidata. 

 

Emilia es la primera entrega de la trilogía “Mujeres que se atreven”, cuyas protagonistas fueron relevantes figuras en la lucha para que la sociedad reconociera la igualdad de la mujer. Emilia Pardo Bazán, novelista, poetisa, periodista, traductora, crítica literaria, editora, catedrática universitaria, conferenciante tenía méritos suficientes para ser parte de la Real Academia de la Lengua a la que postuló en tres ocasiones, mismas en las que fue rechazada por faltarle un mérito, ser hombre. El beneficio de lo masculino en aquella época persiste en nuestros días y esta puesta en escena nos sitúa en aquel instante donde Emilia encara a los honorables miembros de la RAE. 

 

El texto de Noelia Adánez y la dramaturgia de Anna R. Costa dan como resultado un material que nos conecta con aquella época, el lenguaje utilizado, las palabras puestas en cuerpo por Pilar Gómez, su accionar en escena y la acertada dirección de Anna, logran transportarnos y hacernos parte de aquel evento. Los espectadores nos transformamos en los ilustres miembros interpelados por Emilia. De sus exigencias y cuestionamientos recibirá nuestras risas, nuestro silencio incómodo y nuestro compromiso con la causa más no la evidencia inmediata de nuestro apoyo pues no se nos está permitido perturbar el orden de la pieza teatral con nuestras palabras en respuesta. En la oscuridad del patio de butacas los espectadores somos un grupo sombrío incapaz de réplica. Seguimos el relato y el diálogo gracias a Emilia que va de un sector a otro estableciendo comunicación con diferentes miembros de la Real Academia mientras utiliza su abanico para ayudarse a sobrellevar el calor, la rabia ante tanta arbitrariedad. 

 

Algo inquietante subyace en esta sencilla puesta en escena, solventada por el gran trabajo de Pilar. En este simulacro está la esencia del problema, no solo del proceder de aquellos honorables en ese entonces, muchos de los cuales tenían admiración y vínculo con Emilia Pardo Bazán y quienes, sin embargo, fueron incapaces de generar los cambios necesarios en aquel entonces. ¿Y hoy? La obra interpela directamente a la sociedad actual, una que sigue riendo con ternura, apoyando la igualdad de géneros desde las sombras, pero incapaz de atreverse a modificar la convención establecida del predominio masculino. 

 

“Mujeres que se atreven” es la apuesta del Teatro del Barrio y sus creadoras, un significativo acto que contribuye a seguir atreviéndose, pues hay que derrocar esa convención prestablecida que ha instalado a la mujer a ser solo candidata de algo que le es propio por derecho, igualdad.  

 

David Hernández Vargas, ITEM