Crítica de Aúpa Leré (Percusión para crecer)

Juan Carlos Bayo Julve

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La compañía Percumento, nacida en el año 2007, está formada por los percusionistas Vera Garrido y Antonio Cimadevila. Tiene ya una larga experiencia en espectáculos en los que familiariza al público infantil con los instrumentos de percusión y Aupa Leré (Percusión para crecer) continúa con esa trayectoria. En la publicidad el espectáculo aparece recomendado a partir de los dos años, y quizá hasta los ocho sea la edad más apropiada, pero Antonio Cimadevila anuncia al principio que es apto para el público de tres meses a noventa y nueve años. La verdad es que a mi lado había un espectador, Andrés, que no llegaba al año y medio, aunque no vi ninguno que pareciera pasar de los noventa y nueve (si hay alguien de tal edad que quiera asistir, hay que advertirle que el final del espectáculo incluye un mambo con una orquesta masiva –véase más abajo–).

Aupa Leré (Percusión para crecer) consta de dos partes. En la primera se describen con instrumentos de percusión de técnica no compleja los cuatro elementos que desde la Antigüedad se distinguen en la naturaleza, es decir, el agua, el aire, la tierra y el fuego. También se intercalan algunas canciones de letra sencilla y melodía simple y sin uso de microfonía, siempre con la máxima naturalidad. Además se utilizan en la representación juguetes de diversos colores, que llaman la atención de los niños. El mismo tratamiento se aplica después a la descripción de los elementos del universo, la luna y el sol, y a las rutinas de la vida cotidiana de los niños, como el juego y la merienda. A continuación llega un intermedio, durante el cual se reparten sonajeros de tela entre el público infantil, y comienza la segunda parte del espectáculo, que es interactiva. Los momentos culminantes son una emulación heroica del Mambo Nº 8 de Pérez Prado, en el que la recién reforzada sección de percusión compensa con bravura la ausencia de una sección de viento, y una composición original propia, Tierra, arena… En la boca no, de carácter más melódico.

El público de cada género teatral tiene su propio perfil. No se suelen comportar igual los aficionados a la ópera que los fanáticos de los musicales, por ejemplo. En el caso del género teatral infantil, acostumbra a ser un público bien dispuesto y hasta entregado, pero si lo que se muestra no es de su agrado suele dar señales rotundas cuando se le ha agotado la paciencia y resulta imposible no darse cuenta de cómo los más enfurruñados abandonan estrepitosamente la sala. Nada de eso se produjo durante la representación: Aupa Leré (Percusión para crecer) es un éxito total. Aunque el Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial tiene un aforo considerable y se veía bastante lleno, no hubo ni un solo espectador que diera muestras ruidosas de descontento ni que abandonara la sala. En suma, un espectáculo recomendado, apto para mayores acompañados de niños de dos a ocho años.

Juan Carlos Bayo Julve

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